Distopía es el término opuesto a utopía. Como tal, designa un tipo de mundo
imaginario, recreado en la literatura o el cine, que se considera indeseable.
La distopía plantea un mundo donde las contradicciones de los discursos
ideológicos son llevadas a sus consecuencias más extremas.
A partir de la propuesta de la “Semana de la lectura y escritura” se trabajo con
los espacios en los cuentos distópicos, como una forma de imaginar nuevos
mundos donde el ser humano es desafiado por la naturaleza.
Luego de la lectura del libro “Fahrenheit 451” (novela distópica) del escritor
estadounidense Ray Bradbury, comenzaron los trabajos de producción de
cuentos, ilustraciones, correcciones, edición y presentación de las obras. Para
lograr que toda la comunidad educativa disfrute de su lectura, formaban parte
de un café literario en la galería de la escuela.
Se realizaron 27 libros individuales, con portada ilustrada por los alumnos.
Además de realizar cada uno la encuadernación de su libro, se encargaron de
la decoración, cartelería y atención del café literario.
También se editaron dos antologías con las obras de cada curso.
Felices de poder participar en esta propuesta, saludamos atentamente.
Nivel secundario
Curso: Cuarto año “A”
Profesora: Castillo Rocío
Bibliotecaria de secundaria: Coñuel Cristina
El Domo
Por Nazareno Otero
El gas se ha esparcido en Manhattan. Zona de peligro…
El gas se ha esparcido en Manhattan. Zona de peligro…
- ¡¡Kyle!! ¡¡Tenemos q volver al domo ya!!
- Hay q buscar a Lyla. No podemos irnos sin ella.
- ¡Es ahora o nunca!
Minutos después… en una camioneta
- ¿Estás bien Lyla?
- Eso creo Jimmy ¿por qué no me dejaron? ¿no ves que es muy peligroso?
- ¿Estás loca? como te íbamos a dejar acá. Deja de hacerte la heroína suicida.-
respondió Kyle-
- ¿No podes hacer ir esta porquería más rápido? – golpea Jimmy enojado, el
vehículo-
Vienen atrás nuestro apurate!
- ¿Qué querés que haga hermano? Estoy hundiendo el acelerador.
- Creo que me rompí una costilla amor
- Cuando lleguemos le digo a Sarah que te revise. Por ahora nos tenemos que ocupar
de los zorgons
Se escucha un ruido en la camioneta como si algo se hubiera subido al techo…
- Agarrá el volante Jimmy. Lyla, pasame la escopeta.
- Tomá -dándole el arma-
Boom!Boom!
Zona de peligro… Zona de peligro...
- Ya está, solucionado. – mirando a Jimmy –
- Creo que dejamos de lado a los otros bichos.
- Eso espero- responde Lyla
Ya entrando en el domo:
- ¿Están bien? ¿No nos sigue ningún zorgon?
- Estamos bien Sarah, creo q no nos sigue nadie. Lyla cree q se fracturó una costilla
¿Puedes revisarla?
- Como no. Llegaron 2, están en el control con John y los demás.
- Eh, ¿Quiénes llegaron?-pregunta Kyle-
- Los encontramos afuera de la zona. No sé cómo respiran todavía.
- Ok- responde Jimmy con calma- nosotros vamos con John a ver q pasó…
- Bueno, yo me encargo de Lyla- dando un saludo de despedida a Jimmy y Kyle-
Jimmy y Kyle irrumpen en la zona de control y se dirigen hacia donde está John…
- John, informe de la situación.
- Señor, estos dos muchachos llegaron golpeando el domo los revisamos y están
sanos dicen que vienen desde lejos.
Van hacia donde están los muchachos y les hablan
- ¿Cómo te llamas hijo? – Jimmy le pregunta al joven
- Robert
- Robert, muy bien, me dijeron q llegaron desde una ciudad lejana
- Así es- responde.
- Nuestros amigos y familiares fueron atacados por los bichos verdes
- Zorgons, se llaman zorgons.
- Esas cosas ¿qué son?
- Son hombres y animales. Fueron usados como experimentos en RedCorp. El
experimento salió mal y no pudieron controlarlo. Su debilidad está en la pierna
izquierda, hay q dispararles allí para q mueran los malditos.- cuenta Kylea Robert.
- Robert, él es mi hermano Kyle. Somos los líderes de esta comunidad, si se puede
llamar así.
- ¿El quién es?- mirando al muchacho junto a Robert.
- El es mi amigo Pete. Logramos escapar juntos de esos bichos.
- Hola- con voz ronca y hablando a Kyle y Jimmy, se presenta.
- Los dejaremos unos días aquí y después si se quieren ir…
- Si si, apenas nos estabilicemos nos vamos.
Pasados los días… a las 2 de la mañana se oyen gritos
Jimmy despierta y llama a Kyle y Sarah
Mira hacia afuera y la comunidad se prende fuego.
Todas las casas y estructuras arden. Intentan localizar a Robert y Pete.
Los encuentran y dicen no saber nada. El domo se está rompiendo y el peligro llega…
FIN
El nuevo orden mundial
Por Brenda Sabao
Todo comenzó en el año 2020, cuando el planeta comenzó a sufrir seguidas catástrofes
naturales como consecuencia de los daños ambientales causados por el hombre. Poco a
poco estas catástrofes fueron destruyendo la vida cotidiana de la población ya que las
fábricas, los negocios, etc., empezaron a cerrar ya que no había manera de seguir
manteniéndose económicamente, la gente no compraba porque sus puestos de trabajos
habían sido cerrados, por diferentes motivos (consecuentes de las catástrofes).
Todos los problemas, llevaron a las más grandes potencias mundiales a una gran crisis
(políticas, económicas), pero como consecuencia de la caída de las grandes potencias,
empezó a surgir un nuevo grupo político llamado “el nuevo orden mundial” que prometía
sacar de la crisis a economía mundial. Este nuevo grupo estaba formado por personas que
después de todo lo ocurrido todavía conservaban el poder, como, por ejemplo, el papa
Francisco, Ángela Merkel y algunas personas con un nivel de poder conservado todavía.
El nuevo orden propuso unificar todas las naciones existentes en el planeta y formar una
nueva y única nación llamada “novum”. También propuso que por completo el poder
mundial se concentre en este pequeño grupo de nuevos gobernantes.
En los siguientes 4 años, lograron sacar de la crisis al mundo.
La nueva nación, le brindaba a la población una muy buena calidad de vida a todos por
igual, desapareció la clase baja, y toda la vida era muy armoniosa. Otra de las cosas que
brindaba era un pequeño chip que se implantaba en la cabeza de cada individuo, que
prometía mejorar su rendimiento, como en el trabajo, estudios, etc., todo funcionó muy bien
hasta que un grupo de rebeldes, que no tenían el implante, empezaron a notar que poco a
poco, las personas perdían su personalidad y comenzaban a actuar como robots. No
entendían el porqué, ¿Por qué el gobierno implantaría chips que haga no pensantes a su
población?
FIN
El VIRUS
Por Juan Almada
Era un día como cualquier otro, me levanto de mi cama, enciendo la televisión en el canal
de noticias y veo el título principal “un nuevo virus letal descubierto”
Según el periodista este virus fue descubierto en un anciano alemán que fue encontrado
muerto en su casa con un tono amarillento y verdoso en sus diferentes partes del cuerpo, a
este nuevo virus se lo llamo Esternusclaidepus.
Los médicos que realizaron la autopsia del cuerpo descubrieron que el virus hacia que se
tapen las venas con un tipo de grasa viscosa esto provoco que no circule la sangre por el
cuerpo y vaya muriendo de a poco.
Unas horas más tarde…
Luego de realizar mis actividades de la mañana y regresar a mi casa prendo la televisión
para ver noticias sobre este virus, si se encontró la cura o hay más afectados, en las
noticias dice que ya hay más de 50.000 afectados y que se transmite a través del agua,
luego de entrevistar a la hija del anciano la primer víctima de este virus dice que el sentía
náuseas y mucho cansancio además de que se les debilitaron los músculos y no podía
casi moverse de su cama estos serían los síntomas del virus letal, los afectados iban cada
vez aumentando y las muertes cada vez eran más.
Las personas en el mundo desesperadísimas salen a las calles a manifestarse para que se
encuentre una solución a este virus que ya se convirtió en pandemia debido a que había
afectados por todo el mundo ya eran casi 500.000 personas avanza muy rápido.
Yo me previne de todo esto tratando de no salir a la calle ni ingerir agua pero no pude con
lo segundo debido a que tenía demasiada sed.
Mientras tanto las personas más poderosas del mundo se juntaron en un bunker secreto
para buscar una solución a esto y llegaron todos a la misma conclusión exterminar a todos
los enfermos, se les mando la orden a todos los militares del mundo y empezaron con la
exterminación de todos los enfermos mientras sucedía esto el número de afectados ya
había superado los 10.000.000 esto avanzaba muy rápido.
Yo en mi casa desesperada esperando que no me haya contagiado al ingerir agua, pero
paso lo contrario me empiezo a sentir cansada y con muchas nauseas, salgo de mi casa
como puedo.
Al salir de mi casa veo a los exterminadores ellos me ven reconocen que estoy con el virus
recibo dos disparos uno en el cráneo, otro en el pecho y muero.
Esto lo cuento desde el mismísimo cielo, la raza humana casi desaparecida solo hay 5.000
personas en el mundo las más ricas y las no infectadas, todo por un Virus…
FIN
No fuimos creados para esto…
Por Nicolás Scalissi
Soy el único ser humano que queda en el planeta tierra, el resto del mundo está
robotizado. El gobierno tomo estas medidas ya que posteriormente a las guerras los
recursos necesarios para la vida fueron desbastados. Como todos saben los robots no
necesitan oxígeno, ni comida, solamente luz solar, es por eso que eran los esclavos
perfectos.
Todo el mundo, excepto mi familia y los millonarios fueron convertidos en robots. El
gobierno pedía una cantidad de plata para seguir siendo humanos. A los que tenían la
posibilidad de pagar se los mando a vivir en naves espaciales con infinitas comodidades.
Mi familia a cambio de seguir siendo seres humanos fue destinada a trabajos forzados
para el gobierno y para los millonarios en las naves espaciales, hasta que yo pueda
solucionar el problema del agotamiento de recursos necesarios para vivir.
Si yo, el científico más calificado mundialmente, el único que queda. La posibilidad de la
vida en la tierra a cambio de mi familia. En el planeta tierra era el único ser humano,
trabajaba en un taller con un tubo de oxígeno y comida para 8 meses, ese era el plazo
máximo que tenía para solucionar este problema. El contacto con mi familia era muy
escaso, me describían su vida básicamente como la de un esclavo. Los trabajos que
realizaban eran como lavar la ropa, los platos, el baño, etc. Su alimento eran las sobras y
la mayoría de las veces no sobraba nada. Muchas veces resultaban maltratados. Mi mujer
me decía que querían robotizarse para no sufrir más.
8 meses sin ver la luz del día, trabajando día y noche como un esclavo, no podía encontrar
la solución. Dormía muy poco y todas las noches extrañaba a mi familia. Todos los días
pensaba que sería mucho más fácil robotizarme, pero no estaba en mis planes rendirme.
El tiempo se acababa, la nafta de las naves espaciales donde estaban los ricos ya casi no
quedaba. El tubo de oxígeno que me Que me abastecía quedaba solamente para 2 meses.
Fueron 2 meses muy duros, cada día pensaba más en la posibilidad de rendirme.
Quedaban muy pocas posibilidades de conseguir la solución. Probé con las 3 últimas que
me quedaban.
Ultimo día, el más importante de mi vida. Hace 16 horas no duermo, estoy demasiado
cerca de conseguir la solución .Pasan las horas y el tubo de oxigeno que me abastece
cada vez se agota más. A 3 horas del fin logro encontrar la solución, me emociono mucho
al pensar en mis hijos y mi mujer que se esforzaron como yo para sacar adelante esto. La
única motivación de todos los días era pensar en ellos.
FIN
Sentimientos nulos
Por Camila Fillaster
En una sociedad futurista, las emociones humanas han sido anuladas a causa de la súper
población que se genero años atrás, gracias a esta decisión por parte de los gobernantes
todo el mundo vive en paz en una sociedad pacífica y sin sentimientos, vacía de todo, de
odio, ambición, envidias, deseo, amor, miedos.
Qué pasaría si por equivocación, dos personas no reciben la dosis diaria de inhibidores de
sentimientos, ¿Cómo esto afectaría a la sociedad, y a ellos mismos el volver a sentir?
Me llamo Noah, hace 2 semanas no me suministro la inyección inhibidora, esto sucedió por
accidente, pero por otro lado, decidí dejar de suministrármela para ver que hacia realmente
esta inyección en nosotros, siempre se nos dijo que esta, nos anulaba una parte mala en
nosotros, algo que no nos dejaba vivir en comunidad como lo hacemos ahora, algo que
rompería el orden, pero jamás se nos dijo que contenía esa inyección y yo lo quería
averiguar.
Les contare mi historia de cómo recupere mi personalidad y mi capacidad de sentir.
Primera semana: todo comenzó así, mi primer día de trabajo como jardinero, apague el
despertador y me quede dormido, al levantarme me di cuenta que era muy tarde así que
salí tan apurado de casa que olvide suministrarme la dosis diaria, no me había dado
cuenta hasta que comencé a sentir algo extraño en mi, podía sentir las cosas, el tacto de
ellas, el roce con las personas, la luz me encandilaba mucho y el ruido parecía tan fuerte
que dolía, pero todo esto parecía un error.
Segunda semana: mi segunda semana sin la dosis iba mejorando, empezaba a sentir lo
que era el enojo, la tristeza, la alegría y muchas emociones, tenía miedo de contarles a mis
padres, ya que son parte de un grupo pequeño que gobierna y siguen muy al pie de la letra
las reglas implementadas por el gobierno, me tratarían de desquiciado.
Tercera semana: ya tenía muy desarrollado todos los sentidos, solo me esperaba
contárselo a una sola persona, mi mejor amiga, Jordyn, aunque esto me da un poco de
miedo, ahora puedo decirlo porque puedo sentirlo, ya que ella es igual que mis padres y no
sé como reaccionaria a decirle todo lo que el gobierno nos está haciendo. Pero
últimamente me siento muy solo siendo el único en esta sociedad capaz de sentir algo, así
que voy a recurrir a ella cueste lo que cueste.
Luego de varios días, ya creía que era hora para decírselo a Jordyn.
Recuerdo que fue un sábado, como todos ellos nos juntábamos para contarnos todo lo que
hicimos en la semana, solo le dije que le estaba ocultando hace varias semanas algo, me
miro muy confundida, luego de decirle sobre que no me estaba inyectando la dosis, se
levanto del suelo muy enojada, podía sentir lo que ella sentía.
Por un lado, ella no me entendía porque hacia lo que hacía, pero por el otro estaba
preocupada por mí, y sé que le intriga saber todo lo que descubrí gracias a no inyectarme
ya que ella también siempre tuvo las mismas dudas que tuve yo antes de comenzar todo
esto.
Mi relación con Jordyn cada vez se iba deshaciendo, ya éramos como desconocidos.
Dos semanas después: sentí tres golpes en la puerta, para ser exactos eran las 12:00 a.m,
me levante muy asustado y me dirigí a la puerta, al abrirla estaba ahí, era Jordyn, estaba
preocupada y podía notar lo que sentía, nuevamente.
Me contó que últimamente no dejaba de pensar en mi secreto, que quiso ponerlo en
práctica, pero no quería fallarle al sistema ya que era un delito.
Me confesó que comenzó a hacerlo, aunque esto iba totalmente en contra de sus
creencias, Jordyn no podía dejar de pensar en que existe la posibilidad de poder sentir y
debía hacer el intento y así poder comprenderme.
Nuestros sentimientos con Jordyn cada vez se volvían más parecidos, ya no tenía un
secreto sino dos, empezaba a sentir cosas por ella.
Las últimas semanas nos volvimos más unidos, todo los hacíamos juntos, con ninguna otra
persona me entendía mejor. Cada acto que hacíamos era nuestro pequeño secreto, ya que
si seriamos descubiertos podían aniquilarnos, porque esto era un delito muy grave, pero
para nosotros lo más importante era permanecer juntos.
Una noche junto a ella nos pusimos a pensar en todo lo que estuvimos viviendo
últimamente ¿era verdad todo lo que los gobernantes nos dijeron? ¿Es cierto que somos la
única sociedad que sobrevivió al desastre que desataron las emociones humanas? ¿Y si
esto era solo una prueba, la cual solo podrían pasarse revelándose del sistema que anula
nuestras emociones? ¿Si el amor es el que vence esta vez?
Así que solo nos queda una cosa por hacer, pasar las vallas y descubrir lo que realmente
es el mundo, probablemente sería un mundo sin que nos controlen, un mundo en el que
cada uno puede expresarse libremente.
Esta noche a las 12:00 a.m nos escaparemos, dejando atrás lo que fue, nuestras vidas
para comenzar una nueva, deséenos suerte esto va a ser una aventura
FIN
Tierra vacía
Por Martina Bravo
Uno, dos, tres, cuatro, cinco… y así sucesivamente. Vi convulsionar y morir a cientos de
personas sin razón alguna. Pero a mí no me sucedió nada y no encuentro la razón para
explicarlo.
¿Qué tengo yo de diferente al resto?
Era de noche, las luces se apagan, los molinos de viento dejan de moverse, todo se
detiene, nada funciona, la población empieza a morir lentamente y la incertidumbre y el
miedo crece, el pánico se apodera de mí.Huyo desde mi localidad hacia Misisipi. Al cabo
de un par de horas, llego, y todo lo que veo es la ciudad vacía, cientos de cuerpos que me
rodean a cada paso que voy, chocando con mis pies. No logro entender que está pasando
¿será este el fin de la humanidad?
Necesitaba respuestas, intente llamar a la policía, ambulancia, y todos los números
existentes, pero sin éxito. Sin saber que más hacer y sin encontrar a alguien con vida,
entre a una biblioteca, y leí durante toda la madrugada más de 20 libros científicos tratando
de encontrar una explicación para todo lo sucedido. Pero nada cuadraba con los hechos.
Encontré un auto con suficiente gasolina y decidí seguir mi rumbo hacia Oklahoma. Al
llegar veo, además de las personas muertas en el suelo; un grupo de 4 chicos y 3 chicas,
para mi sorpresa, con vida.
Luego de una larga charla con todos, Josh, un estudiante de medicina de 5to año nos
comenta que no hay explicación alguna para lo que estaba sucediendo, y que lo que mato
a todas las personas fue un virus mortal. Pero la pregunta es ¿porque nosotros
continuamos con vida? Sabíamos con certeza que nosotros, éramos las últimas personas
con vida en todo el planeta.
Después de una larga caminata en busca de comida, logramos ver una especie de cámara
de seguridad, que funcionaba, y estaba grabando. Por lo tanto, no estamos solos, ¿Por
qué no funciona ningún aparato tecnológico excepto ese?
A los pocos minutos un torbellino de arena con una especie de nave bajando aparece, de
ella salen varias personas con guardapolvo blanco, parecían científicos. Al bajar nos
explicaron que nosotros 8, éramos el grupo de los sobrevivientes. Y nos contaron lo que
había sucedido; que ellos lanzaron a todo el mundo un virus mortal, pero que a algunos no
los iba a matar, ya que poseen un ADN más fuerte que el resto, y esas personas iban a ser
especiales ya que van a ser quienes formaran la nueva raza humana, sin defectos. Y no en
el planeta tierra ya que lo veían como un lugar defectuoso y arruinado por el hombre. Esas
personas que formarían una nueva raza humana perfecta, somos nosotros.
FIN
Tomo 50
Por Martina Solis
Ya no se podía respirar…poco a poco la tierra se volvía más oscura, más fría.
Todo se volvía cenizas, arboles, plantas, flores, animales, edificios, autos, casas, todo
quedaba en ruinas.
Solo sobrevivían los humanos en un mundo de cenizas, pero por poco tiempo ya que todos
comenzaban a enfermarse, a no poder respirar, una nube gris cubría toda la tierra.
Jasónera una persona muy gentil, muy alegre hasta que ocurrió esta tragedia. No se
acostumbraba a la idea de perderlo todo, de vivir a oscuras, de no ver el sol, de no volver a
ver un amanecer o un atardecer. Fue así que decidió buscar ayuda, era el año 2068, una
solución debía encontrar.
Se dirigió al museo a buscar los pocos libros que por el virus no habían sido consumidos.
Al llegar a la puerta un señor, todo sucio y cubierto de cenizas, se notaba que nunca se
había movido de allí, le dijo a Jasón “Tomo 50”, sin darle mucha importancia ingreso al
museo y se dirigió a la biblioteca, allí paso todo un día, pasaban las horas y no encontraba
nada.
Desahuciado se fue y al salir el señor le volvió a repetir “Tomo 50” y él seguía sin entender
porque lo decía.
Al otro día continuo su búsqueda, al llegar al museo, el mismo señor le repitió “Tomo 50”.
Jasón busco cada libro con ese número, pasaron horas y sin hallar nada, pensó “es solo
un viejo loco”
Y solo le quedaban unos pocos libros, cuando encontró que la única forma de restablecer
la tierra era volver al pasado, volver al año 2018 donde un virus había sido esparcido en
cinco lugares diferentes del plantea, enterrados y que así contaminaba todo, a demás leyó
que en el año 2070 se extinguiría hasta la raza humana.
Cuando cerró el libro para buscar ayuda y volver en el tiempo, lee en la contratapa “Tomo
50”.
FIN
Viaje a FUTURITI IN MARTE
Por María José Hildebrandt
Hoy me levanté por la mañana porque escuché un ruido muy fuerte, era mi mamá que
tenía la televisión encendida. Baje a desayunar y al sentarme en la mesa a tomar el té de
todas las mañanas vi una propaganda que me llamo la atención ya que tenía una canción
que era la favorita de mi mejor amiga. Preste atención, me ofrecían hacer un viaje grupal
para jóvenes de hasta 17 años a “FUTURITI IN MARTE”. Como yo estaba por cumplir 15,
pensé en hablar con mis amigas y realizar el viaje juntas, nos pareció más intrigante que ir
a Disney.
Nos reunimos esa tarde Florencia, Ana y yo, para investigar cómo era el viaje. La
propaganda decía que era una experiencia inolvidable. Tenía excursiones a unas cavernas
que parecían de Marte y había fotos que mostraban autos que ya podían viajar por el aire y
nos entusiasmamos.
Comenzamos a imaginarnos caminando por túneles color rojo, como el planeta Marte,
volando en un auto y recorriendo los lugares de este terreno del futuro y ataviadas con
ropas similares a la de los astronautas.
Decidimos pedirles a nuestros padres que nos regalaran el viaje para celebrar nuestros 15
años. A lo cual accedieron y nosotras entusiasmadas con la práctica del futuro que íbamos
a vivir.
Ilusionadas compramos los pasajes y nos dedicamos a planificar todo nuestro viaje, en
dónde nos preguntábamos de qué manera sería el alojamiento y las comidas. También,
acerca de esta asombrosa aventura, la compañía que operaba el viaje nos había
anunciado que nos recibirían los gobernantes de la ciudad FUTURITI y que todos los
servicios de dicha cuidad eran manejados por humanoides.
Cuando se lo explicamos a nuestras amigas del colegio, Mariana, nos comentó que ciertas
personas que ella conoce, habían realizado el viaje y vuelto muy alocadas. Tanto que
habían requerido asistencia de un psiquiatra.
Nos resultó muy absurdo, serían personas adultas que no se adaptan a las nuevas
tecnologías y se aturden. Nosotras estamos acostumbradas a los cambios tecnológicos de
la actualidad y no nos pasaría nada.
Después de un mes llegó el día más esperado para nosotras y nos embarcamos en una
nave que cruzaba la estratosfera y llegaba a FUTURITI en un tiempo de 30 minutos.
También nos pareció extraordinario, pero en el momento en que vimos la nave, enseguida
supusimos que todo sería fantástico.
Nos fuimos y ya comenzó nuestra primera desilusión. Demoramos 10 horas en llegar al
destino. Nos dijeron que la “estratosfera” estaba muy alterada y por eso no pudimos
atravesarla con rapidez.
Llegamos al hangar de naves de FUTURITI y nos recibieron el presidente y su séquito
dándonos la bienvenida.
Ellos nos invitaron a una cena en la casa de gobierno. Esto nos pareció extraño porque a
las personas desconocidas nunca se las invita a comer a casas de gobierno, pero muy
entusiasmadas lo aceptamos.
Nuestro equipaje, el taxi que nos llevó al hotel y quienes nos atendieron en el mismo, eran
robots humanoides en su totalidad.
Llegamos a la habitación que era inteligente, es decir que todo estaba maniobrado
artificialmente, de igual manera no eran tal como la mostraban en la propaganda. La
misma no estaba muy limpia y los baños no se hallaban bien, cuando preguntamos, nos
dijeron una y otra vez “Dañado…., dañado…., dañado”,
Comentamos con mis amigas que era medianamente raro el ambiente, pero pensamos
que esto era como tal ya que nunca habíamos visto un robot ni nada similar.
Podíamos apreciar que los humanoides tenían apariencia de personas reales. Con
vestimentas comunes a cualquier ser humano
Nos preparamos elegantes para ir a la cena de gobierno que nos habían invitado.
Al llegar a la casa de gobierno fuimos atendidas y servidas por humanoides, quienes nos
ofrecieron variados platos gourmet. Al finalizar la misma el presidente estaba muy contento
de que estuviéramos allí. Nos invitó a ir a la sala de estar para comunicarnos el objetivo del
viaje para ellos.
Sorprendidas, nos encontramos con un robot que acompaño a cada una de nosotras. Esto
nos molestó un poco, pues nosotras éramos totalmente distintas a quienes nos
acompañaban. El presidente nos contó que ellos nos llevarían a un laboratorio, donde nos
mostrarían los avances tecnológicos que habían desarrollado, observamos con mucha
expectativa lo que iban mostrándonos, pero a medida que avanzaban en el relato y los
especímenes que nos revelaban, comenzamos a inquietarnos, a tal punto que empezamos
a sentir un sudor frio por todo nuestro cuerpo.
Al finalizar la visita al laboratorio, sin inmutarse nos informaron que al día siguiente,
seriamos incorporadas al laboratorio, para utilizar nuestros cuerpos, como parte de los
nuevos humanoides. Para ello utilizarían nuestros órganos y piel para que los robots se
parecieran más a nosotras, y así poder quitar la raza humana de la tierra.
Volvimos a nuestras habitaciones aterradas y pensando como poder salir de semejante
situación. Nos encontrábamos horrorizadas e impotentes. Pensamos y discutimos toda la
noche la forma de escapar. No encontrábamos salida, pues ni sabíamos a qué distancia
estábamos de nuestras casas, ni cómo poder comunicarnos con nuestras familias.
Encontramos que uno de nuestros servidores humanoides, tenía una parte de su cerebro
intacta y nos ayudó a advertir a nuestras familias lo que estaba sucediendo. Por suerte nos
pudieron rescatar a tiempo y denunciar los hechos con los cuales se pudo desbaratar esta
“supuesta” aventura, que era más un grupo de locos que amparándose en la tecnología,
atropellaban la razón y la vida.
Entendimos así, lo que nos había contado Mariana y aprendimos que las innovaciones
tecnológicas son importantes, pero cuando las cosas parecen de golpe tan extraordinarias,
hay que investigarlas bien para ver cuánto hay de realidad y cuánto de engaño, pues
ciertas ilusiones pueden afectar todo el resto de nuestra vida.
FIN
MI FIEL BORDER COLLIE
Por Valentín Caruana
Era un lunes a las seis de la mañana, las luces de la ciudad se encendían para que la
sociedad comience su día. El doctor John Armstrong, un hombre muy inteligente
apasionado por la vida animal, se levantaba para ir a trabajar al laboratorio de los Ángeles.
Siempre con su misma rutina, lavarse los dientes, desayunar, ver las noticias. John tenía
un hermoso perro border collie, llamado Bobby. Lo crio desde que la PLA, un grupo de
asesinos cual organización era denominada "Prohibido Los Animales", mataran a la madre
y padre de Bobby. Siempre lo tuvo que tener escondido 10 metros bajo tierra, que era el
límite de localización de radares anti animales.
Al salir de su casa, veía al típico furgón con el signo de prohibidos animales que recorría
las calles todos los días. John iba al trabajo en taxi o por el subterráneo, tenía media hora
de viaje para llegar al laboratorio. Siempre se llevaba su diario virtual que le informaba que
especie de animal se extinguió o estaba a punto de extinguirse. Estas publicaciones eran
aprobadas por la población con likes o emojis. El subte parecía un funeral, todos en
silencio. Solo se escuchaba el teclado de los celulares escribiendo mensajes. Al llegar a su
trabajo lo primero que hace es identificarse por un scanner de huella digital. Todos sus
compañeros de trabajo lo ven diferente al resto por su amor a los animales. En la sociedad
los que estaban a favor de la vida animal eran rechazados y marginados por la mayoría de
las personas. El pueblo cree que los animales son peligrosos, inteligentes, que dan
enfermedades por eso hace años tomaron la decisión de matar a todos los animales que
se crucen por su camino, incluyendo a domésticos como el perro y el gato.
Este laboratorio en donde trabajaba John, está en contra de la vida animal y todo aquel
que opinara lo contrario era despedido, por esto él nunca se pone en contra, por miedo a
perder su trabajo que era lo único que tenía para la supervivencia. En su trabajo sufría por
las opiniones de sus compañeros, los videos que se pasaban dentro del laboratorio, etc. A
él le tocaba un espacio en el cual tenía que crear gases para ejecutar a todos los animales
marinos, siempre estuvo muy solo hasta que llego una chica rubia de ojos verdes, muy
seria, tenía una mirada como de querer esconder algo triste en ella. John la ve entrando y
la va a saludar con una falsa cara de felicidad.
-Hola me llamo John Armstrong. ¿Cómo es tu nombre? -
-Hola, soy Clara, ¿hace cuánto trabajas aquí?
-uff, trabajo aquí como hace 12 años, ¿vos sos nueva en este espacio?
-Sí, me despidieron de mi otro trabajo.
- ¿Por qué?- Pregunta sorprendido John -Pareces una chica que se toma serio su trabajo.
- Emmm...- Duda en decirlo, como queriendo ocultar algo - la verdad es que no estoy muy
a favor de la matanza de animales- dijo Clara.
- ¡Por fin alguien! - Dijo John con alegría.- Por fin alguien con el que puedo hablar
libremente. Desde que todo esto comenzó hace unos años, solo he podido hablar con 3
personas. Ahora se encuentran en la calle sin nada. - Dijo John.
Clara cambio la cara en un segundo, se alegró y no podía creerlo.
- ¿En serio me estás hablando? - Dijo sorprendida. -¿Pero por qué trabajas aquí entonces?
- No tengo como mantenerme económicamente sin este trabajo- Dijo John lamentándose.-
Es lo único que se hacer, además tengo a alguien más que cuidar-.
- Yo estoy igual- Dijo casi llorando- Haría todo lo posible por salvar a esos animalitos, tenía
un hermoso caballo. Se llamaba Román, era lo único que me quedaba de mi familia- Acoto
ya quebrándose por completo.
- Dios mío.- Dijo John muy sorprendido y lamentándose. Le dio un fuerte abrazo. - ¿Y tus
padres?- Preguntó.
- No los veo hace casi dos años- Respondió Clara. - La última vez que los vi se los estaban
llevando esposados en una camioneta los de la PLA-.
Ese día John y Clara se conocieron, hablaron horas en el trabajo contando sus historias.
Antes de terminar su jornada decidieron verse en la casa del Doctor, donde le tendría una
linda sorpresa 10 metros bajo tierra.
Ya de noche y en la casa, John decidió que Clara conozca a Bobby. Mientras iban bajando
por el ascensor, a Clara le pareció muy raro todo, pero cuando llegaron a la última planta,
es decir la más baja de todas, se sorprendió demasiado al ver a Bobby, tanto que una vez
más se rompió emocionalmente. Ella no lo podía creer, hace mucho tiempo que no veía a
un animal, y menos con una expresión de felicidad. Desde ese entonces John y Clara
decidieron unirse y empezar a luchar contra esta creencia que tenía la sociedad.
Los dos juntos empezaron a crear un plan, iban a estar todos los días trabajando en este
proyecto, ya en el trabajo estaban en la misma habitación y después se juntaban en sus
casas. Trataron de contactar a la gente que este a favor de la vida animal para hacer una
junta en algún lugar fuera de la ciudad. Tuvieron mucha suerte y encontraron un pueblito
de gente humilde que se escondían a las afueras de la ciudad de Los Ángeles. Un pueblo
con mucha historia, donde los campesinos habían sido atacados y amenazados por las
organizaciones anti animales.
Clara y John decidieron quedarse allí. Bobby era muy feliz en ese lugar al aire libre, pero
había que tener cuidado y esconderlo de la PLA. Les explicaron el plan a los habitantes del
pueblo. Consistía en un grupo de chips que guardaban la información genética del animal y
un mensaje para los que estaban a favor de la vida animal.
Con esto se podía reconstruir una parte de la fauna destruida. Había que esconder estos
chips lo antes posible para que la vida animal siga existiendo en el planeta.
John y Clara sentían que lo habían logrado, pero en eso se escuchan unos bocinazos y
gritos. Habían llegado los furgones de la PLA armados. Empezaron a llevarse a la gente
del pueblo y a buscar por todas las casas.
Las mujeres y niños gritaban. John estaba en shock. Clara desesperada.
Desesperados por los golpes en las puertas, gritos y tiros, John fue a buscar los chips y
trato de salir corriendo antes de que lo vean, fue a buscar a Bobby y volvió a la casa. Sabía
que era su fin, solo quedaban Clara y él. Fueron agarrados por los armados y se los
llevaron en los camiones camino a la prisión.
John sabía que todo esto podía pasar. Antes de que lo atraparan y se lo llevaran se fijó en
su última esperanza...Bobby. Su perro fiel e inteligente al que nunca abandonó. Le puso un
collar con los chips y le dijo que corra lo más rápido posible fuera de la ciudad escapando
de la PLA. Le construyo un invento con el cual Bobby podía llegar al destinado marcado
por medio de sonidos y olores, Solo se tenía que mover en la dirección que le indiquen los
pitidos. Las coordenadas lo llevaban a una vieja casa donde se encontraría el papa de
John, un veterano de guerra retirado que se tuvo que esconder casi toda su vida por su
amor a los animales, al igual que su hijo. De esta manera John pudo salvar a los animales
de la extinción.
FIN
La cazadora
Por Catalina Justo
“mientras este mundo sea corrupto, me dedicare a hacer justicia por quienes no lo sean,
por más que eso tenga que cambiar mi alma”
El canibalismo arrasó con la sociedad.
El mundo ya no era el mismo que antes, la gente estaba asustada, desconfiaba de todos.
Se encerraban en sus casas, con toda la seguridad que tuvieran en sus manos.
Pero eso no bastó.
Al pasar el tiempo, personas seguían desapareciendo, y el único sospechoso era el
caníbal.
Por las noches se oían disparos, gritos desgarradores que causaban más terror.
Los caníbales, al no tener a quién comer ya que la gente se escondía, contrataron
cazadores para poder seguir comiendo.
Los cazadores casi siempre salían a media noche, pero no se podía confiar. A veces salían
a plena luz del día. Generaban tanto miedo, que la única solución era asesinar o ser
asesinado.
La justicia fue tomada por ellos. Nos controlaban. Sabían todo de nosotros, nuestros
miedos, nuestras metas, nuestras esperanzas.
Estaban en nuestras vidas, compartíamos momentos con ellos sin saber quiénes eran.
Nos dominaban y no sabíamos.
Seguimos aterrados.
Cada movimiento puede significar nuestra muerte, estamos en la línea; de vivir o morir
todo el tiempo. Ya no hay paz, sólo preocupación.
Pero no hemos perdido la esperanza.
Confiamos en que algún día podremos salir de esta ciudad, pero ahora mismo esa ilusión
se ve lejana.
Sabemos que hay un grupo llamado Liberty, que se reúnen cada tres meses para ir al Otro
Lado.
Mamá quería ir.
Mamá.
Hace más de un año no pronuncio esa palabra.
Mamá tenía tanto miedo como cualquier otro.
Ella propuso que vayamos a buscar a Liberty. Le dije que no iba a ir, que ir allí era cavar
nuestra propia tumba, pero no le importó y se marchó.
Ella quería vivir en otro mundo, siempre nos contaba que cuando tenía mi edad las
personas no se comían entre sí, no había terror. Por las mañanas todos trabajaban, a la
tarde los niños salían a jugar a la calle y en los fines de semana abrían las discotecas.
Nunca he ido a una de esas, mamá decía que era un lugar donde los adolescentes íbamos
a bailar y a embriagarnos, mientras bailábamos apretados con otros chicos.
Cuando narraba sus anécdotas, sentía que nunca podría existir algo más que le sacara la
misma sonrisa; salvo una cosa, Liberty.
Era muy divertida y valiente.
Una noche salió de escondidas a la casa. No volvió nunca más. Otra desaparecida del
montón.
Quiero llorar.
Anna, mi hermana mayor, fue a buscarla esa noche.
Cuando llegó, le faltaba el brazo izquierdo.
Si, un brazo.
Le costó tanto volver a adaptarse...
A ella le encantaba mucho dibujar, sobre todo pintar retratos.
Siempre dibujaba personas que no conocíamos, a veces decía que no dibujaba rostros
sino almas.
Ahora pasa su tiempo haciendo remolinos.
Ayer completó un libro lleno de ellos.
Le dije que estaba mal, que debíamos hablar.
Comenzó a hacer otro.
Papá siempre está sentado en el sillón con una escopeta.
La casa es un completo silencio, todos debemos estar atentos.
Hace unas semanas, para mi cumpleaños número 18, me regaló una navaja de bolsillo. Me
rogó que la tuviera siempre conmigo.
¿Porqué no? En este pueblo siempre puede pasar cualquier cosa.
Papá era un hombre muy cálido y apegado a mamá, para él el mejor momento del día era
a la noche cuando todos comíamos juntos en la mesa. Anna siempre presumía sus notas,
y yo, bueno, no hablemos de mí en ese sentido...
Éramos todo lo que ya no somos.
Ninguno hubiera imaginado que extrañaría las mañanas en las que yo peleaba con Anna
por entrar al baño.
O cuando discutíamos con papá porque siempre estaba mirando la tele y nunca cocinaba,
o en la navidad que Sam, mi hermanito menor recibió un carbón por haberle pegado a
papá en sus partes.
Nadie nunca hubiera imaginado que dependíamos de un hilo tan delicado como las
elecciones.
Eran las 7 de la tarde cuando se oyó el primer grito en nuestro barrio.
Papá, asustado, corrió hacia la puerta para salir a ver qué pasaba.
Era Marissa Cass, nuestra vecina de enfrente.
Para ese entonces, tenía 15 años cuando ocurrió el primer homicidio por parte de
caníbales en nuestra ciudad.
Al ponerse el sol, papá nos hizo a todos bajar nuestras ventanas y dormir todos juntos en
su pieza.
No sé que hubiese pasado si no habría sido en nuestro barrio, de otra forma no nos
hubiésemos enterado de lo que empezaba a ocurrir.
Al día siguiente, no lo pasaron por las noticias, al igual que al anterior, y así.
Nos ocultaban algo.
Cuando el asesino de Marissa fue descubierto, sólo escapó por la ventana, y nadie hizo
nada.
Llamaron a la policía, pero nadie nunca vino.
El esposo de Marissa, el doctor Cass, llamó más de 3 veces, pero como nadie iba y para
entonces ya eran las 9, decidió ir para la comisaria a denunciar el homicidio.
Y esa noche no volvió.
Su hijo, Jimmy, se quedó en la casa de los Aveyard durante un tiempo.
Pero lamentablemente también desapareció.
O mejor dicho, los Aveyard resultaron ser caníbales.
Antes me preguntaba por qué lo habían dejado ahí, por qué la policía no hizo nada, por
qué los Aveyard comían personas.
Ahora lo sé todo.
Unos días antes del 20 de julio -fecha en la que murió Marissa- se habían hecho las
elecciones de alcalde.
Eran Josh Crowley contra Franklin Dashner.
Dashner era el más votado, por lo cual ganó.
Varias personas decían que Dashner tenía partidarios contando los votos, quienes
sabotearon a Crowley para poder ganar.
Esas personas murieron.
Marissa Cass era una protestante, junto a los Aveyard iban a las reuniones que hacían en
la plaza.
Selma Aveyard era maestra de Jimmy en el jardín.
Siempre chismeaba acerca de lo bajo que eran sus notas junto a los otros profesores.
George Aveyard era cliente del doctor Cass.
Increíble cómo se conectaban las cosas.
Incluso llegué a la conclusión de que fue la mismísima Selma quién mató a Marissa.
Pero no tenía información de su coartada.
Me dedicaba a investigar a los vecinos.
Sabía todo sobre ellos.
Pero a diferencia de los caníbales, no usaba la información para asesinar. Sino para
protegerme.
Debo admitir que estoy aterrada.
Me da miedo vivir aquí. Mamá tenía razón. Dashner no era buena persona.
Hace unos meses, stalkeando, descubrí que Dashner en su facebook le había dado me
gusta a una página de Tokio del primer restaurante caníbal llamado "Hermano
Comestible"
Busqué hermano comestible en internet.
Me salió que era el primer restaurante de carne humana.
De repente, las luces se apagaron.
Asomé la vista por la ventana procurando que nadie me viera.
Las luces se habían apagado no sólo aquí sino en todo el barrio.
Había una sola cosa que sentir: miedo.
Y otra cosa que hacer: actuar.
Me dirigí al living, me parecía raro que estuviera todo callado.
Visualicé una sombra por la ventana.
Oh no.
Estaban aquí. Hoy era nuestro turno, pero no lo iba a permitir.
Corrí al sillón para advertirle a papá.
-- Ve a buscar a Anna y Sam, vayan a mi pieza y enciérrense en el armario--. Dijo al
pararse rápidamente del sillón mientras recargaba su arma.
-- ¿Pero no crees que el armario es un escondite bastante viejo?
-- Ustedes sólo ocúltense ahí. Estarán a salvo.
Subí las escaleras lo más rápido que pude. Agarré a Sam dormido y toqué la puerta de
Anna.
Anna no estaba.
Con toda la desesperación, fui a dejar a Sam en el armario y lo desperté para avisarle.
Antes de cerrar la puerta, vi como cinco armas y balas.
Amo a papá.
Agarré una y la recargue, bajé las escaleras apuntando; no podía estar sin Anna. No
estaba en la cocina ni en el baño, en el living tampoco, sólo se encontraba papá apuntando
por un pequeño agujero que tenía el sofá.
Eso significaba que Anna tenía que estar en mi habitación.
Me dirigí para allá sin hacer ruido.
--Paige, los vi, Paige los vi, no podemos estar aquí ni un minuto más.
--Lo sé, he venido a buscarte. Papá dijo que vayamos a su armario. Allí hay armas.
Podemos defendernos.
--Paige tengo miedo ¿y si no salimos de ésta?
--confía en mí--. Dije tomándola de la mano. Pero antes de salir de la pieza entraron.
Se escuchaban disparos.
Me arme de valor le hice una seña a Anna de que se quedara callada y me esperara. Un
paso en falso y estaré muerta. Apuntando fui arrastrándome.
Los vi. Habían tres, dos de ellos estaban en el piso agonizando. El tercero estaba sobre
papá, que intentaba escapar de él. Disparé.
Disparé y cerré los ojos, cuando los abrí, ahí estaba él, sano y salvo.
No sabía qué hacer con los tres cuerpos. Cualquier evidencia de que los habíamos matado
podría significar una guerra, o masacre.
--No te asustes hija, hiciste bien.
No sabía que responder, por un lado tenía razón, pero por otro me sentía culpable, una
caníbal. Aunque por alguna razón, me sentí atraída.
Yo, Paige Anderson, maté a un caníbal, y me siento increíblemente feliz, porque finalmente
he dejado de esconderme para salir a dar la cara. Porque ahora, hare justicia, por mamá,
por Marissa, por mi familia, por todos aquellos que tienen que cerrar no solo la puerta con
llave sino ocultarse todo el tiempo.
Lucharé por esas personas que no se merecen un mundo así.
Yo, mataré caníbales.
FIN
Tiempo de vida
Por Bony Villalón
Todo comenzó en un día normal, parecido al de siempre hace 30 años.
Desperté por el horrible sonido de todas las mañanas, me cambie, desayune y fui al punto
de encuentro.
Mi cantidad de vida estaba a setenta y seis cargada ya que el día anterior había logrado
matar a 6 personas, era un nuevo record para mí.
A las 12 del mediodía salimos a matar junto a mi hijo Samuel, el cual me preocupaba
debido a que su vida solo estaba cargada al doce por ciento por un par de disparos
recibidos hace una semana y todavía no lograba asesinar a nadie para poder aumentar
esto. Cerca de las ocho de la noche Samuel seguía sin poder lastimar a dos personas.
Siendo ya de noche y muy agotados queríamos irnos pero debíamos esperar la sirena de
la finalización de la jornada. Luego de un tiempo sonó la esperada alarma, pero las puertas
no abrían por alguna extraña razón. Luego de unos minutos se escucho la voz del
presidente de la organización por medio de los parlantes puestos en la zona 789, la cual
era en la que nos encontrábamos.
Lo primero que imaginamos al escuchar su voz era que la jornada de matanza se alargaría
unas horas pero no, por su tono se lograba notar que estaba preocupado –hay fallas en el
sistema, no encontramos la solución, hagan todo lo posible para sobrevivir y poder
aumentar su cantidad de vida, perdonen las molestias- fue lo dicho por este señor.
No lográbamos entender ni mi hijo de 13 años ni yo con 30 muy bien que fue lo que quiso
decir con eso, pero lo único que nos salió por instinto fue ir a matar para lograr que Samuel
logre tener más vida, y seguir viviendo durante mucho tiempo.
Encontramos a un hombre en mal estado el cual con 2 tiros ya podríamos matar y así
obtener los beneficios. Al matarlo esperábamos que el reloj de tiempo de vida de Samuel
aumentara un 10 porciento de vida pero para nuestra gran sorpresa este se bajo, no
sabíamos hacer, estábamos informados sobre las fallas en el sistema pero no creíamos
que pudiera pasar algo así, la vida de mi hijo corría peligro y yo no sabía qué hacer.
Se suponía que al matar a alguien su vida aumentaría pero lo único que se había logrado
es que este baje. Con mucha desesperación empezamos a llamar al 763, el numero de
control en el cual nos ayudaban con cada problema que teníamos en los momentos de
campos de matanza, luego de media hora llamando una mujer nos atendió preguntando
que necesitábamos a lo que le respondimos contándole sobre lo sucedido.
No podía creer lo que estaba escuchando de esta mujer, todo estaba cambiando en un
segundo y no sabía cómo afrontar la situación, luego de cortar tuve que hablar con Samuel
y contarle lo que aquella muchacha me había dicho.
“Todo cambio”, esa frase no salía de mi cabeza y juro que no terminaba de entender, pero
como pude le explique a Samuel…- a partir de ahora ya no debemos matar mas, esto nos
descontara vida así que si encuentras a alguien herido ayúdalo, es lo único que lograra
que vivas durante bastante tiempo- .
Recuerdo hasta el día de hoy la cara de Samuel, estaba impactado, al igual que yo. Desde
pequeños habíamos aprendido que para poder tener una buena y larga vida debíamos
matar a las personas y nunca sociabilizar con ellas ya que podrían asesinarte para su
beneficio. Y ahora deberíamos ir, ayudarlas, apoyar personas que no conozcamos.
Luego de un rato se volvió a escuchar el micrófono y la voz del presidente el cual informa
sobre lo que me había hablado la chica del 763 – Si quieren vivir una larga vida deberán
ser solidarios con cada personas que encuentren, ayudar en lo que el otro necesite ,
parece una locura pero el sistema esta averiado y no sabemos cómo volver al sistema de
antes así que hasta nuevo aviso no maten, quien lo haga se le restara un 10 por ciento en
cambio si colaboran recibirán aumento en su vida- las puertas se abrieron y cada uno pudo
irse a su casa.
Al otro día todos nos mirábamos con caras extrañas, a comparación de otras veces más de
la mitad no llevaba armas. Era todo muy extraño antes de que comience la jornada de
matanza, la cual ahora solo era una jornada diaria.
Al comenzar todos entramos juntos a la zona y muy pocos, los que llevaban armas,
empezaron a correr. El resto nos quedamos pegados a la puerta sin saber qué hacer.
Había un silencio incomodo, nadie sabía afrontar esta situación.
Luego de horas en silencio se escucharon 3 disparos hacia una de las personas que
estaba a metros míos. En ese momento le dije a Samuel – ve, ayúdalo, esta lastimado y
creo que eso tenemos que hacer, ayudar-. Así fue, Samuel ayudo a la persona lastimada y
su vida aumento a un 9 porciento, eran ciertos los beneficios sobre ayudar.
Todas las personas que estaban allí comentaban sobre este cambio y se dieron cuenta
que para poder vivir más, la clave era la solidaridad hacia el otro.
Los primeros días nadie actuaba de buena forma solo esperaban a que la sirena suene
para poder irse de ese lugar pero con el paso del tiempo todo cambio, las personas que
iban con armas ya no existieron ya que murieron por lastimarse mutuamente y el resto del
mundo ayudaba en cada cosa que necesite hasta que, luego de unos años, todos lograron
tener su vida al 100 por ciento gracias a las buenas acciones con los demás.
En el transcurso de estos años se había encontrado la solución para arreglar el problema
en el sistema pero todos prefieren ser buenos y dejar de matar.
FIN
El planeta tierra pide ayuda
Por Mateo Gonzalo Vannella.
Una mañana como cualquier otra, la Tierra despertó y abrió sus ojos. En vez de quedarse
mirando hacia el infinito universo, se detuvo a observarse a sí misma. Comprobó que las
aguas ya no eran tan limpias como antes y que los animales marinos morían a causa de
los derrames de petróleo, basura de todo tipo arrojada y la gran contaminación en que
vivían.
Mientras, Benito y Sheila, dos amigos adolescentes desde la infancia, salían a caminar por
las orillas del rio, pero lo único que veían era basura y más basura dentro del rio y también
en sus alrededores. Sus caras iban demostrando cada vez más tristeza y pensaron: “los
únicos culpables de esta situación somos las personas”.
-¡Si, viste Sheila!, dijo Benito, nuestro Planeta está cada vez peor, algo tiene que cambiar.
_ Por supuesto, dijo Sheila, sabemos también que los bosques se empobrecen cada vez
más a causa de la tala descontrolada a los que son sometidos , los incendios forestales y
los lugares donde aún quedan árboles en pie, corren el mismo riesgo de desaparecer.
Benito siguió:- El aire se vuelve irrespirable, la capa de ozono desaparece en grandes
dimensiones y todo esto debido a la contaminación ambiental.
Nuestro planeta se sentirá desesperado al ver tantos animales que mueren al ser cazados
o que quedaran sin hogar ni comida y que estarán en peligro de extinción.
Luego ambos jóvenes se tomaron de la mano y en voz alta le dijeron a la Madre
Tierra:“Perdón, Tierra, nuestro hogar, perdón por lo que te provocamos día a día”.
La Tierra pensó en vengarse: provocaría terremotos, maremotos, erupciones volcánicas,
lluvias prolongadas, sequias interminables y un sinfín de calamidades que borrarían toda
existencia humana, pero seguidamente se puso a reflexionar y se dio cuenta de que todos
los hombres no eran iguales, y que al hacer esto pagarían algunos injustamente., sabía
que en este planeta muchas personas luchaban hasta lo imposible por salvarlo, que no
todos los humanos carecían de conciencia, muchos sentían amor y respeto por cada
detalle de la naturaleza.
Benito y Sheila pensaron:- Es hora de tomar decisiones ya, si no… ¿qué futuro nos
espera?, de nosotros dependerá…
Ya sabemos que el único y gran culpable de estos males es el hombre, ese que se jacta de
ser el único animal racional…
Todos juntos debemos tomar conciencia y colaborar, el Planeta Tierra nos pide ayuda y a
nosotros nos beneficiara.
FIN
Acuaria
Por Catalina Gonzalez Boratto
Ya ni se puede respirar,
era obvio que esto iba a pasar.
Y ahora: ¿A dónde podemos escapar?
Parte 1:
Desperté sin ganas de nada como siempre, me quedé mirando la mancha de humedad en
la esquina de mi habitación para luego pararme de mi cama vagamente.
Me duché y fui a prepararme para el trabajo, salí de mi departamento y me encaminé
hacia la cafetería de la esquina. Pedí una cappuccino con tostados. Como siempre.
La rutina me carcomía, luego de que mi madre enfermase me había vuelto una chica
demasiado introvertida y la ausencia de un padre ayudó a esto, no salía con amigos, le
corté a mi pareja, vendí mis cosas para poder pagar sus estudios y demás; todo mi tiempo
era destinado a ella, por lo menos sé que pude pasar los últimos días de su vida junto a
ella. Aún me dolía pensar en mi mamá.
Recibí mi pedido y caminé hacia mi trabajo.
Todos usábamos mascarillas, desde la llegada de las industrias el respirar sin ellas era
una tarea imposible, todo el aire estaba contaminado a tal punto de que solo existiese el
cielo color gris en todo el mundo. Para los ojos, el sol había desaparecido, pero sentías
como este te quemaba por la ausencia de la capa de ozono. Si, la globalización nos está
matando. Se rumoreaba que los representantes de los países más importantes del mundo
estaban en búsqueda de una solución.
Llegué al trabajo, el sistema de filtración de aire hizo que me pueda sacar mi mascarilla. La
hipocresía se sentía en el ambiente. Saludé solo con la mano a todo aquel que se dirigía a
mí. Me senté en mi oficina, se me acercaban muchas personas para traerme algo de beber
y de comer, miraba la bolsa en mi mano de manera irónica para que entendiesen que no
hacía falta, todos tenían que quedar bien con la jefa, ¿no?
Se acerca hacia mi Miles, un ex amor de la secundaria, nuestra relación no había
terminado nada bien ya que lo encontré besándose con quien en ese entonces era mi
mejor amiga.
-¡Eleonor! ¿Cómo estás? ¿Y tu madre? Como la extraño… se podría decir que más de lo
que te extraño a ti - suelta una risa como si hubiese contado el chiste del año -. Ya sabes
mi vida, acabo de volver de un viaje al Caribe, no es lo mismo de antes luego de las
industrias, pero sigue teniendo unas playas hermosas, claro, si imaginas que no están
contaminadas – otra risa, está más incómoda – recuerdo que la primera vez que fui fue
hermoso, el agua de cocos era súper deliciosa, y me había hecho unas trenzas súper
bonitas, aunque ahora ya no pueda porque estoy escaso – dice mientras que busca una
foto en su celular y se ríe de su pre calvicie, ve mi cara de indiferencia y deja de reír y
buscar esa foto-.
-Miles, mi madre murió la semana pasada, no me encuentro demasiado bien, ¿podrías
dejarme hacer mi trabajo? Gracias.-
Se disculpó y abandonó la habitación.
El día en la oficina transcurrió de manera rutinaria, como todo. Me encontraba en modo
automático y quería abandonar eso.
Volví a mi departamento, prendí todas las luces ya que la oscuridad se apoderaba de todos
los cuartos, estaba demasiado cansada, necesitaba dormir una semana entera y de corrido
mínimamente.
Por suerte, logré conciliar el sueño rápidamente.
Parte 2:
Me desperté por el escandaloso ruido de una sirena y por el brillo de la televisión que al
parecer estaba prendida, recuerdo que la había dejado apagada.
“A TODA LA POBLACIÓN SE LE ORDENA IR DE INMEDIATO HACIA LAS COSTAS Y
PUERTOS DE LA CIUDAD, UNICAMENTE SE LES PERMITE LLEVAR DOS
ELEMENTOS PERSONALES, NADA DE OBJETOS PUNTIAGUDOS. AQUELLAS
PERSONAS QUE NO SIGAN ESTAS REGLAS SERAN CASTIGADAS DE MANERA
PENAL”.
Estaba aturdida, no entendía nada. Miré por la ventana y parecía una jungla. Familias
corriendo, niños perdidos y llorando, gente gritando, se pisoteaban entre sí, era un caos.
Busqué desesperadamente los dos objetos que esa señal decía.
Una foto con mamá, una manta tejida por ella (aún tenía su aroma), necesitaba llevar algo
más ¿cómo podría hacerlo?
Examiné donde podía llevar mi tercera pertenencia de manera incógnita, hasta que
encontré un dije de corazón el cual tenía una rosa en su interior, en su lugar puse lo que
necesitaba llevar.
Salí a la calle y como cualquier persona en un momento desesperado actué como la
multitud de manera, obviamente, desesperada.
La costa no se encontraba lejos de mi departamento, por lo cual solo tarde unos cinco
minutos en llegar, la playa era toda una locura.
Aunque los oficiales y bomberos actuaban de una manera extraordinaria para lograr el
control de la multitud, el miedo de todos estaba presente y se representaba con llantos y
gritos.
En las orillas había un estilo de capsula conectada a una especie de túnel que se dirigía
hacia el fondo del océano. La espera vista desde el final parecía eterna, pero llegue al
principio de la fila en un abrir y cerrar de ojos ya que esa maquinaria trabajaba de una
manera sumamente veloz.
Fue mi turno, mi piel era idéntica a la de una gallina, el desasosiego me consumía, no
sabía que me esperaba al otro lado del camino, no sabía si iba a volver, no sabía nada,
nadie decía nada al respecto.
Los responsables apretaron un par de botones y la capsula estaba en movimiento, se
sentía como la montaña rusa más rápida en todo el planeta.
Mire por las ventanas de la capsula y se veía toda la fauna y flora acuática, pero lo más
llamativo era que a lo lejos se podía ver una ciudad. Mientras más me acercaba la podía
observar con mayor determinación.
Esta ciudad estaba cubierta por un domo, esta ciudad era sumamente primermundista,
todas las marcas de cabecera se encontraban allí, sus edificios eran altos y tenía
infinidades de estos, aunque esto no era lo que más me impresionaba. Este domo estaba
conectado a otros diez domos aproximadamente, y esos domos a otros más, esto no era
simplemente una ciudad, aquí se encontraba toda la población del mundo.
Estábamos poblando al océano.
Parte 3:
Llegué a mi determinado domo, se conservaba el oxígeno de manera extraordinaria, un
guía me condujo hasta mi nuevo hogar.
Era un departamento pequeño pero con lo necesario para una persona, tenía tecnología de
última, la decoración era genial, y al parecer no tenía que pagar alquiler. Este
departamento era mejor que mi anterior.
Había determinados departamentos dependiendo de la gente que habitaba en ellos, ya que
tenía de vecinos a familias muy numerosas.
Seguía asustada, esto no podía ser real, era demasiado bueno para que lo sea.
Parte 4:
Estuve caminando por la ciudad, en pantallas enormes nos dicen que se hace llamar
“Acuática” y es la nueva Atlántida, no hay un gobernante en específico, es un conjunto de
los representantes de los países más importantes en la Tierra, también las mentes más
brillantes son parte del gobierno.
Acuática tiene concentrado todo el oxígeno filtrado y en buen estado que tenía nuestra
atmosfera, en los vidrios que conforman nuestra burbuja muestran una especie de escala
donde se menciona la cantidad de oxígeno que hay, cada vez que el contador llega a la
mitad se renueva el aire con un sistema creado con anticipación a esta nueva sociedad
“post-apocalíptica”.
“El domo 389” es en el que resido yo, este se encuentra en el océano pacífico, hay
alrededor de seis mil domos con un millón de personas por cada uno, es impresionante.
La fauna y flora marina se puede apreciar de manera inimaginable, es un zoológico a la
inversa, los animales se mantienen en su hábitat natural e igualmente nosotros podemos
observar su majestuosidad.
Volví a mi departamento, al llegar pude notar que un chico de más o menos mi edad vivía
allí, me lo quede mirando unos segundos para luego si entrar a mi nuevo hogar.
Me acosté en la cama y recapacité todo lo que estaba pasando.
Estaba viviendo en el océano. Tal vez nunca volvería a mi antiguo hogar, por lo tanto,
muchos recuerdos con mi madre se perderían. Tengo un vecino demasiado lindo. ¿Dónde
trabajaré?
Mi cabeza es una locura, mi mente piensa y elabora miles de preguntas por segundo.
¿Estoy lista para empezar una vida nueva?
Parte 5:
Pasaron un par de semanas y al parecer pude sobrellevar este cambio mejor de lo que
pensé.
Conocí a Noah Kavinsky, el vecino bonito, empezamos a salir mucho desde esa vez que
nos cruzamos a sacar la basura. Vive solo al igual que yo, sus padres fueron trasladados al
“Domo 35” por el océano Indico, el agradece que la comunicación en los domos sea buena
ya que aunque este a millones de kilómetros de sus padres logra comunicarse.
Conseguí un nuevo empleo como directora en una empresa de viajes, mis compañeros de
trabajo eran súper agradables, agradezco no tener que convivir más con los idiotas de mis
ex compañeros.
Parte 6:
Hoy con Noah iremos a una piscina a pasar el tiempo, esta se encontraba por las afueras
de la ciudad, obviamente dentro de nuestro domo.
Busqué el traje de baño que había comprado la tarde anterior ya que no pude traerme los
míos. Me saqué mi collar con el dije de corazón para que no se me estropee y lo deje en
mi cajón de la mesita de luz.
Salimos de manera coordinada con Noah como cada vez que vamos a salir, era como una
coincidencia tradicional, caminamos hacia el balneario y podíamos observar una especie
de tinta verde por los bordes y algunos sectores del domo, creímos que era la tinta que
algún pulpo utilizó para defenderse.
-Eleonor, cuéntame más de ti, de tu familia, de todo- dijo Noah mirándome hacia los ojos.
-Sabes todo- dije de manera despreocupada, no quería tocar el tema, el hablar del
abandono de mi padre o la muerte de mi madre me corrompían, el pensar que ella pudiera
estar aquí, pensar que él nunca quiso saber nada de mí, pensar que tal vez ahora yo sería
diferente si no hubiese vivido ninguna de esas cosas. - ¡Mira! Estamos cerca, por allí está
la piscina.
Llegamos y por una extraña razón esa zona estaba rodeada de tiburones.
Hablábamos con Noah de cosas vareadas hasta que la tinta verde cubrió el domo por
completo, no se veía nada, solo se sentían golpes y se veía como el indicador de oxígeno
bajaba de manera vertiginosa.
Todos estaban dementes, no sabíamos que hacer, el domo se estaba destruyendo.
Noah llamó a sus padres y pregunto cuál era su estado, les explico nuestra situación y nos
dijeron que allí todo estaba perfectamente correcto, decidimos ir hacia allí. Pero primero
teníamos que ir en busca de nuestros objetos de valor.
Las calles estaban repletas de personas pero no había ningún oficial que nos explique qué
estaba pasando.
Llegamos a las habitaciones, tome la manta, la foto y solo me faltaba mi dije. No lo lograba
encontrar.
No me iría sin lo que contiene ese collar, lo necesitaba conmigo encima.
Ese collar tenía el último video de mi madre con vida, ella me cantaba el feliz cumpleaños
mientras me abrazaba con todas sus fuerzas que para luego serían arrebatadas por un
enfermedad. No entendí porque a mí, ella era mi único sostén en la vida y que de un día
para el otro ella ya no era ella hacia ahogarme en la angustia y agonía. Su tez y sus ojos
ya no brillaban como las estrellas más brillantes que la Vía Láctea podía mostrar cuando
llegaba la noche y el sol cambiaba su puesto por la luna, su sonrisa la cual reflejaba paz y
armonía había desaparecido, su cabello, su fuerza, su alegría se habían desvanecido cual
algodón de azúcar dentro de la boca, mi madre no era mi madre, era solo alguien a quien
no reconocía pero a quien amaba con cada latido de mi corazón. Cuanto la necesito.
Luego de dar vuelta la casa con ayuda de Noah logramos encontrarlo, no podíamos perder
más tiempo, teníamos que salir de aquí.
Fuimos hacia unas de las capsulas y esta decía que se encontraba en mantenimiento, por
lo tanto no podríamos usarla, seguimos buscando naves pero cada vez la tarea era más
difícil y parecía en vano, ya no se podía respirar con facilidad.
Toda la gente gritaba y lloraba, el bullicio de ese lugar te provocaba náuseas y malestar en
la cabeza, era como estar dentro de una bomba la cual sabíamos que podría estallar en
cualquier momento.
A lo lejos logramos reconocer una nave que pareciera que si se podía utilizar, sus luces
estaban prendidas y con Noah no dudamos en correr hasta ella con las pocas fuerzas que
teníamos, el lugar se estaba cayendo a pedazos, mientras que nosotros nos
encontrábamos contra la espada y la pared, dentro de esa capsula había un señor el cual
parecía inconsciente, Noah abrió la compuerta de la nave y logro reconocer el estado del
hombre, su nombre era John, se encontraba en mal estado pero decidimos llevarlo para
luego lograr curarlo.
Nos subimos al transporte y como destino elegimos al “Domo 35”, la maquina decía que
sería imposible llegar por la presión fuerte que el océano estaba creado, nos arriesgamos.
Antes de que la nave despegue hubo algunas turbulencias notorias, aprovechamos para
ver hacia el costado y saber que estaba pasando. Alrededor de los domos los desechos
eran tirados cual basura en la tierra y humo en el aire, el ser humano contamina todo lo
que tiene a su alrededor sin importar su ecosistema o si el habita allí, los animales que
rodeaban nuestro domo habían desaparecido o por estar muertos o por el hecho de que
ellos son inteligentes y cuando notaron el malestar en el agua decidieron irse.
La capsula conforme a que avanzábamos perdía fuerza ya que el peso de tres personas
era demasiado para una capsula de únicamente máximo dos personas y mucho más en la
situación en la que estábamos.
John cedió su vida por nosotros, él se encontraba mal y nadie lo esperaba del otro lado.
Las compuertas se abrieron y John salió voluntariamente, las puertas se cerraron, nos
saludó con un meneo de mano y la nave volvió a tomar su rumbo. Podríamos lograrlo.
Llegamos y al parecer en esa capsula nadie estaba enterado de lo sucedido más que la
familia de Noah, teníamos que salir de ahí de todos modos.
Con la Sra. Kavinzki buscamos una nave de buceo mientras que Noah con su padre
buscaban lo necesario para sobrevivir donde sea que vayamos a parar.
Nos reencontramos y salimos del domo rápidamente. Todos los domos se derrumbaban
cual dominós, él ser humano fue creado únicamente para crear desastre, desigualdad y
caos, la llegada de la tecnología nos hizo adictos al poder, no éramos ni somos mejores
que nadie, pero nos creemos los dueños y reyes de todo, queremos todo, y haríamos
cualquier cosa por conseguirlo.
Y ahora, ¿a dónde iríamos?
Fin
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